'Manolo y compañía' en el sector informática y telecomunicaciones.
Recordando la famosa serie de televisión de los 90, nos encontramos en el mercado con empresas, dirigidas por personajes del mismo corte de la serie, uno va experto y el otro de 'introductor del gotelé'. Ninguno de los dos ha hecho nada en su carrera profesional, mas que constituir una empresa para poder vivir del trabajo de los demás. Acostumbrados a torear con su verborrea, a los clientes profanos en tecnología, no dudan en intentar utilizar la misma estrategia frente a nuevos clientes y empleados, quedando en la mayoría de los casos en evidencia y ridículo, por desgracia todos somos educados y ellos salen convencidos de su éxito y poder de convicción. Ni el tiempo y los hechos, la perdida recurrente de proyectos, que van llevando a la empresa a una situación límite, hace que abran los ojos, siguen pensando que para captar profesionales no hace falta ser tecnológicamente atractivos, si no que con su discurso de empresa, basado en mentiras sobre carreras profesionales y farfollas sobre lo que se valora a los empleados, es suficiente.
De cara a los clientes tres partes de lo mismo, mucho 'gestionar al cliente' en vez de contar con profesionales cualificados y no basarse en el 'conceto: todo el mundo vale para todo', muchos llamarían esta gestión directamente mentir, para dilatar los problemas y finalmente pedir ampliación de proyectos tras ampliación (siempre con mas dinero de por medio).
Curioso, que pocos clientes hagan mas de un proyecto, con estos 'ñapas', eso si se vanaglorian de 'por lo menos haber cobrado siempre los proyectos', como en el caso de los protagonistas de la serie, habría que saber que opinan de esto los antiguos, por no decir ex-, clientes.
No es de extrañar que se les este acabando el negocio del chiringuito que llevan arrastrando durante los últimos años, ya ni para bodyshopping los quieren, ni sus 'grandes clientes', grandes consultoras e integradores, les piden gente, han conseguido, agotar las vacas lecheras, para llenarse los bolsillos.
