viernes, 10 de septiembre de 2010

Consultoras IT, ETT de "lujo" especialistas ... (continuación)

Ya que se ha abierto “la caja de Pandora” de los procesos de selección, creo que merece un capítulo a parte. Hablemos de ello.

Cierto es que en muchos casos la profesionalidad y capacitación de las personas que participan en un proyecto no es la mas adecuada. ¿Por qué?

Por culpa del cliente que pretende hacer el proyecto en tiempo record y con costes muy bajos, y que se engaña pensando que las consultoras IT, disponen de una plantilla de profesionales cualificados en cualquier tecnología que necesite y que están esperando su llamada para ponerlos a su servicio.

Esto provoca que no hay tiempo para un proceso de selección adecuado y que al final se incorpore, el que está dispuesto a hacerlo por el salario ofrecido y no el profesional adecuado. Total el proyecto se acabará en unos meses y con él el posible problema para el cliente.

Por la presión que soportan la empresas proveedoras, en un mercado tan saturado.
Esta situación hace que el filtro que realizan sea muy bajo para ganar la baza de la rapidez, mas vale presentar un candidato malo que no tener candidatos.
Estoy seguro que muchos de vosotros habréis oído, si no sufrido, el caso de la entrevista por la consultora de turno 10 minutos antes de ser presentado al cliente, y si me apuras, el contacto con la empresa es solo telefónico hasta después de haber pasado la entrevista con el cliente.
Culpa tanto del cliente como de la empresa mediadora (ya que aportas poco, que menos que hacer el esfuerzo por cumplir con tu parte).

Por los profesionales, todo el mundo es consciente de que durane las entrevistas se tiende a exagerar, pero hay personajes que lo llevan al límite sin ser conscientes del jardín en el que se meten y sobre todo, el perjuicio que supone para sus futuros compañeros.

Por los responsables de los procesos de selección (si se les suele llamar así)
Normal que se cuele mucha gente poco preparada, cuando es excesivamente fácil tener un conocimiento superior al de la persona que te está entrevistando, por bajo que sea el del candidato, en muchos casos son antiguos administrativos o secretarias, con "don de gentes "y buena voluntad, pero nulos conocimientos de tecnología.

En 30 minutos de entrevista, pesa mucho mas el don de gentes, o la "recomendación" que se lleve.

A nadie se le escapa que, salvo excepciones, los encargados de los procesos de selección carecen de formación en Recursos Humanos y mucho menos tiene conocimientos técnicos, llegando a confundir tecnologías y herramientas, pero ¿cuando ha sido eso un problema?, ¿para que invertir en formación y evitar que te salgan ranas los proyectos?. Para eso ya dispones de un grupo de abnegados y serviciales empleados que se encargarán de hacer todo lo humanamente posible para que la incompetencia de unos pase inadvertida por todos (menos por aquellos que lo sufren)

Por las políticas de compañía sobre "adaptación" de CVs, en muchos casos cuando un empleado se queda "inactivo", hay que recolocarlo a cualquier precio en el primer proyecto que se presenta, da igual que domine la tecnología, le interese el proyecto, le pille a 2 horas de su casa, tenga un horario incompatible, o sea un puesto que no corresponda a su categoría profesional. Hay que hacer cualquier cosa antes de tenerlo sin facturar, o tomar la decisión de despedirlo, abonando su indemnización por despido.

Lamentablemente nos movemos en un mundo, en general no solo en el entorno laboral, en el que solo importa cobrar los proyectos, al precio que sea y donde prima mas el bajo coste que la calidad.

1 comentario:

  1. Con mi poca experiencia en estas cosas, lo que he llegado a ver es que todo el munto miente. He llegado a ser entrevistado por un cliente al que le habían entregado mi CV, habiendo cambiado mi titulación, de FPII a ingeniero. Fué bastante violento, ni siquiera lo sabía y por supuesto que me hubiera negado, pero la persona que me entrevistó (sin que hubiera nadie de la consultora delante), no me creyó.

    El que quedó mal fuí yo, aunque no tenía ninguna culpa y el personaje de la consultora se fue de rositas, ni siquiera se disculpó conmigo, un impresentable.

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